Cécile estudió viola en el conservatorio de Rueil-Malmaison, canto lírico y folclórico con su guitarra, según sus encuentros. De formación clásica y música autodidacta, se sumergió en la música de tradición oral de todos los ámbitos de la vida a una edad muy temprana. Ha constituido así un caldo de cultivo musical enriquecido durante estancias en tierras lejanas, especialmente en Suecia, Hungría o Japón donde permanece algunos años después de haber
aprendió japonés.
Después de haber tocado en un conjunto instrumental de música bailable para acompañar bailes folklóricos, trabajó y desarrolló dentro del conjunto Gaia Voci, un repertorio de música y canciones occitanas, italianas o sefardíes, que le ofrecían la posibilidad de combinar voces e instrumentos, arreglando piezas tradicionales, o musicalizando textos, teniendo como objetivo perpetuar las grandes tradiciones poéticas como la de Occitania.
El encuentro con Marcel Pérès, director del conjunto Organum, abre el camino a la canción medieval, según una interpretación que vincula íntimamente la música sacra antigua a las tradiciones orales. Desde 2009 es miembro del Ensemble Organum y ha cantado en festivales de Francia y Europa como el festival de música antigua de Amberes, o más recientemente el festival del monasterio de Las Huelgas en España.
Al mismo tiempo, explora el arte de acompañar la narración, gracias al colectivo Les Bouches à oreille, y realiza espectáculos de narración musical, a dúo con un cuentacuentos : Au hollow a tree, Italian Tales etc. También aprendió canto popular italiano de la cantante Lucilla Galeazzi.
Presenta el proyecto musical Cylsée a partir de sus composiciones en occitano, dialectos italianos, francés o inglés, todo ello muy ligado a las tradiciones orales mediterráneas.